martes, 9 de agosto de 2016

Atracciones: Catedral Metropolitana y Parque 3 de Febrero

La Catedral Metropolitana de Buenos Aires es el principal templo católico de Argentina. Se encuentra ubicada en la intersección de la calle San Martín y la avenida Rivadavia, del barrio porteño de San Nicolás, en frente a la Plaza de Mayo.

Historia

Orígenes


Plano del conjunto catedralicio.
Cuando Juan de Garay vino desde Asunción a fundar la ciudad de la Trinidad, acto que tuvo lugar el 11 de junio de 1580, destinó para la iglesia mayor o catedral el mismo cuarto de manzana que ocupa hoy en día. En el acta de fundación se lee: "hago y fundo en el asiento una ciudad la cual pueblo con los soldados y gente que al presente he traído para ello, la iglesia de la cual pongo por advocación de la Santísima Trinidad, la cual sea y ha de ser iglesia mayor parroquial". En lo que atañe a la jurisdicción eclesiástica, la nueva ciudad dependía de la diócesis del Río de la Plata, creada por Paulo IIIel 1º de julio de 1547 con sede Asunción.

Vista nocturna de la Catedral Metropolitana de Buenos Aires
La iglesia parroquial era una modesta construcción con tapias de adobe y madera, que en 1605 el gobernador Hernandarias mandó demoler por muy vieja e indecente. Ignoramos qué proporciones tendría la que se levantó en su lugar con madera traída expresamente del Paraguay. Años más tarde, en 1616, su techumbre amenazaba desplomarse y la parroquia tuvo que pasar a la iglesia de San Francisco.Y mientras se hacían proyectos para reformarla, solicitando para ello la contribución pecuniaria de los fieles, la iglesia acabó de derrumbarse porque estaba mal edificada y con madera podrida de sauce. Ni el Cabildo, Justicia y Regimiento de la ciudad perdieron el ánimo y enseguida fletaron una embarcación al Paraguay para adquirir y traer la madera necesaria para la reedificación del templo. Las obras se iniciaron en enero de 1618. Según el presupuesto de Pascual Ramírez que las llevaría a cabo, su costo sería de 1.100 pesos. Sobre la recaudación del dinero carecemos de información exacta, pero sí sabemos que a finales de aquel mismo año la obra del templo estaba concluida. Pero se ofrecía una dificultad: éste resultaba más pequeño que el anterior, tanto que en 1621 ya se hablaba de construir otro destinado a catedral.
Entre tanto, en Madrid y en Roma se llevaban a cabo los trámites para la creación de la diócesis de Buenos Aires. La bula de erección canónica por Su Santidad Paulo V está fechada el 30 de marzo de 1620 y su ejecución tuvo lugar el 19 de enero de 1621 por su primer obispo el carmelita FrayPedro de Carranza, lo cual quiere decir que en esa fecha tomó posesión de la diócesis. El obispo señaló como catedral la única iglesia de clérigosque había en la ciudad. Y en su carta de 4 de mayo de ese mismo año escribía al rey: "está tan indecente (la catedral) que en España hay lugares en los campos de pastores y ganados más acomodados y limpios; no hay sacristía, sino una tan vieja, corta e indecente, de cañas, lloviéndose toda con suma pobreza de ornamentos". Y más adelante: "El Santísimo Sacramento está en una caja de madera tosca y mal parada""Y en cuanto toca al edificio, es forzoso el entablarla y acomodarla, so pena de que dará toda en tierra y nos iremos a una Iglesia de un convento a hacer catedral". Esta fue, pues, la que podemos denominar la primera catedral.
Cuando el tercer obispo de Buenos Aires, Fray Cristóbal de la Mancha y Velazco llegó a su sede el 6 de octubre de 1641, halló a la catedral, si no en estado ruinoso, por lo menos muy deteriorado. Así que concibió de inmediato la idea de levantar una nueva catedral y se lo comunicó al rey el 19 de noviembre de 1662. Según el plano que le adjuntó, el templo iba a tener tres naves; para su construcción se necesitarían 5.000 pesos, suma que solicitaba del real tesoro. En la persona del excelente gobernador don José Martínez de Salazar halló el obispo quien colaboraría en la construcción del templo no solo con su influencia, sino hasta con dinero de su propio peculio. En 1671 la catedral estaba terminada: constaba de tres naves, su techo de madera y una torre; era de proporciones regulares.
Pero he aquí que una obra con tantas apariencias de solidez, al cabo de siete años, por causa de la calidad inferior de algunos materiales usados en su construcción, empezó a dar muestra de su ruina inevitable: esta es la segunda catedral.
El año 1678, el nuevo prelado, Antonio de Azcona Imberto se dirigió al rey haciéndole presente la urgencia en la reparación de la catedral, y solicitando la suma de 12.000 pesos. Su majestad acudió a la demanda, de tal manera que en octubre de 1680 se dio comienzo a las obras.Pero aquí surgieron otras dificultades, porque el techo se desplomó, se destruyó a consecuencia de ello el retablo del altar mayor y se impuso la demolición de la torre por la gravedad de su deterioro.
Su reconstrucción marchó muy lentamente, sobre todo por razones de orden económico. A pesar de ello, en 1690 la iglesia con sus tres naves estaba cubierta, aunque todavía faltaba adecentar su interior y por la parte de fuera sus capillas, la sacristía y había que elevar la torre que hasta entonces solo contaba del primer cuerpo. Para hacer frente a todos los gastos se echó mano de todos los medios disponibles: la real hacienda, el obispo con sus rentas y alhajas, el vecindario con sus limosnas. La obra siguió adelante, pero por las sólitas dificultades económicas, al fallecer el obispo en el año 1700 aún no estaba concluida. Esta fue la tercera catedral.

Púlpito de la catedral
Su sucesor fue el trinitario fray Pedro Fajardo, apostólico y santo prelado, que como es de suponer puso todo su empeño en la conclusión de las obras de la catedral. En carta de 20 de agosto de 1721 comunicaba el obispo al rey que ya se había dado cima a una de las torres y estaba interesado en levantar la segunda.
Pero al año siguiente -1722- la techumbre del templo se iba deteriorando de tal modo, que se temía su derrumbamiento. Enfermo y en cama, el obispo pidió al Cabildo Eclesiástico que se hiciese cargo de la obra. Ya se supone que la primera dificultad que se presentó fue la carencia de recursos económicos. El Cabildo, en tal coyuntura, dirigió un exhorto a los miembros del Ayuntamiento a quien competía, también, poner manos en ese asunto. Pero por un motivo u otro –algunos verdaderamente fútiles- se pasaron dos años sin que se hubiera adelantado nada. Entonces es cuando surge la figura del arcediano Marcos Rodríguez de Figueroa y con él las cosas entraron por la vía recta. A su actividad y celo por la causa de Dios se debe la terminación de la obra de la catedral. Para ese efecto, la real hacienda puso 1.800 pesos y él 3.000 de sus propios haberes; el arcediano consiguió 1.500 del vecindario e hizo un empréstito de 2.500 y 1.000 provinieron del cabildo secular. Se terminó el trabajo de las torres, el arreglo de las naves y el del pórtico; además, en 1725, un tal Tomás Trupp, hizo una donación de 5.000 pesos para las campanas. Esta fue la cuarta catedral.
Al morir Fray José de Peralta, se reunió el Cabildo y eligió vicario capitular al Dr. Bernardino Verdún de Villaysán, una de cuyas principales ocupaciones –y las del Cabildo- fue el mejoramiento de la catedral. Como primera providencia, tanto el vicario capitular como el Cabildo, hicieron traer de Potosí 400 libras de oro y los elementos necesarios para hacer dorar el retablo; luego se ocuparon de blanquear la sacristía mayor, los pilares del cañón principal, de todas sus capillas y del bautisterio. Además de ello, el Cabildo se ocupó en hacer alargar el presbiterio, ensanchar la mesa del altar mayor, cuyo retablo compuso en sus dos caras: tampoco olvidaron los señores canónigos la sala capitular y el archivo, que se preocuparon de ordenar y componer según las normas de la época de tal manera que no sufrieran deterioro los documentos y papeles que en él se habían de guardar. El Cabildo tuvo que sufragar los gastos que traían consigo estos arreglos y adecentamientos. Un vecino de la ciudad, nombrado Agustín de García, donó 500 pesos para el dorado y pintura al óleo del coro principal. Esta fue la quinta catedral.

La catedral actual


Interior de la Catedral.

Acuarela de la catedral hacia1817.
La quinta catedral no fue la definitiva pues a las 9 de la noche del 23 de mayo de 1752 se derrumbó una parte de ella y entre las seis y la diez de la mañana del día siguiente se desplomaron, según informe del gobernador José de Andonaegui "las tres bóvedas de iguales naves". El obispo, don Cayetano Marcellano y Agramont informaba al rey que fue preciso "derribarla enteramente por la poca firmeza de las paredes que han quedado y empezar su fábrica desde los cimientos con más solidez y extensión que los de la antigua, que por su cortedad no parecía catedral".
Transcurridos tres años, sin contar con la autorización real y sin haber enviado los planos para su autorización, y con el total apoyo del Cabildo Eclesiástico, empezó el obispo a levantar la nueva catedral, la actual, según los planos de un arquitecto nombrado Antonio Masella, de origen saboyano. El célebre vasco y hombre de empresa Domingo de Basavilbaso, hombre de confianza del obispo y bienquisto de la ciudad, en 1754 se hizo cargo de la tesorería y dirección de la obra del nuevo templo. La nueva catedral, según el plano de Masella, sería de cruz latina, con tres naves y seis capillas laterales a ambas.

La Catedral hacia 1829, porCarlos Pellegrini
La catedral se fue edificando con los bienes de la Iglesia y con la cooperación económica del pueblo. Las obras, de a poco, se iban realizando, tanto que en 1758 se pudo inaugurar la llamada nave de San Pedro, la que se halla a la derecha de la puerta de entrada, y también el nuevo bautisterio. Pero, aunque un poco tardía, la ayuda real empezó a llegar en 1760.
Don Cayetano Marcellano y Agramont, que tanto había hecho por la nueva catedral en 1759, tuvo que dejar el gobierno de esta diócesis por haber sido trasladado a la sede arzobispal de Charcas. Su sucesor, el porteño José Antonio Basurco (1760-61) ocupó solo un año la sede bonaerense, pero hizo también su obra contribuyendo a la prolongación del templo al donar el terreno de una casa, contigua a la iglesia, que pertenencia de su hermana, doña María Josefa Basurco, tasado en 7.500 pesos, que pagó de su peculio personal.

En este daguerrotipo de 1854 se aprecia la catedral aún sin friso.
Una dificultad sobrevino en 1770, en que al detectarse grietas en la media naranja o cúpula, fue necesario proceder a su demolición. Al cabo de siete años las obras tuvieron que suspenderse porque también se había suspendido la ayuda estipulada en 6.000 pesos. En 1778 fue demolido el pórtico porque no concordaba con las proporciones del edificio de la catedral; también fueron demolidas las torres por no estar de acuerdo con el estilo del templo.
Fue el penúltimo obispo de Buenos Aires, don Manuel Azamor y Ramírez, quien puso cima a las obras del templo catedralicio en lo que se refiere a lo principal de él y lo inauguró el 25 de marzo de 1791, treinta y ocho años después de iniciada su reconstrucción en 1753. La catedral fue consagrada en1804 por el último obispo de la era hispánica don Benito de Lué y Riega, quien se empeñó en agregarle lo que aún le faltaba: el frontis y las torres. Las obras se comenzaron en 1804, pero en 1807 hubieron de suspenderse por falta de numerario.

La Catedral con su nuevo friso, fotografía de Gonnet, 1864.
Pasados los años, independizado ya el país de España, el gobierno de Martín Rodríguez en la persona de su ministro Bernardino Rivadavia puso un gran interés en la conclusión de las obras de la catedral. Al respecto, se sabe con certeza que las del frontis se comenzaron el mes de enero de 1822. En este punto hay que salir al paso de un error que ha tomado cuerpo. Se dice que el encargado de terminar, el francés Próspero Catelin, al levantar la columnata del frontis se inspiró en la Iglesia de la Madeleine de París. Pero si confrontamos una y otra, constatamos en seguida que en realidad no fue así. En primer lugar, la Madeleine tiene ocho columnas y la catedral de Buenos Aires doce. En segundo término, las obras de la Madeleine se concluyeron el año 1842 y por tanto no podía tomarse como modelo lo que aún estaba por concluir en 1822. Según el arquitecto Buschiazzo más bien parece que Catelin "se hubiese inspirado en el Palais Bourbon, cuya fachada tiene también doce columnas y que acababa de ser terminado por el arquitecto Poyat en 1807". Las doce columnas, número con el que quiso representar a los doce apóstoles, se concluyeron en 1823, aunque sin capiteles y sin las esculturas del tímpano. Las columnas se revocaron tardíamente, en 1862, y ese mismo año, el escultor francés Dubordieu realizó esculturas del tímpano en que representa al encuentro de José y sus hermanos, alusión al encuentro de los argentinos después de la batalla de Pavón en 1861. Las columnas son de orden corintio.

La Curia Eclesiástica, a la derecha de la Catedral (ca. 1920)
En 1856, el Gobierno de Buenos Aires dictó una ley para la construcción de la demorada Curia Eclesiástica. Fue proyectada por Pedro Fossati en estiloitalianizante y se edificó en el terreno lindante hacia el este, dejando el espacio del camposanto de por medio. Contaba con planta baja y dos pisos y su interior estaba organizado alrededor de un patio central. Fue concluido por el ingeniero Charles Pellegrini, y habilitado en 1862.
La Catedral fue declarada monumento histórico el 21 de mayo de 1942. Su curia fue incendiada en 1955 en respuesta al Bombardeo de la Plaza de Mayo, que ocasionó más de 308 muertos y alrededor de 800 heridos. En 1994, comenzó una intensiva obra de restauración y puesta en valor del templo dirigida por el arquitecto Norberto Silva. La finalización de los trabajos fue celebrada el 13 de octubre de 1999 con una misa brindada por el arzobispo Jorge Bergoglio, a la cual asistió entre otros el presidente Carlos Menem.
En 2013 en ocasión del Sesquicentenario de la inauguración del alto relieve de la fachada, el Gobierno de la Ciudad junto a los equipos de la Catedral, restauró del pórtico en el marco del Plan Microcentro. Asimismo se inauguró una muestra permanente de Jorge Bergoglio, que fue Arzobispo de Buenos Aires y el encargado de conducir la Arquidiócesis. Allí el visitante podrá encontrar objetos personales y litúrgicos que utilizó durante los 15 años de su ministerio pastoral en la Ciudad.

Cota 0

En el suelo del atrio, frente a la puerta central, se halla una estrella de ocho puntas, que indicaba el punto de apoyo para la nivelación de la ciudad. En efecto, cuando se efectuó la nivelación de las calles se tomó la altura del peristilo de la Catedral como "Cota 0". Hay que tener en cuenta que a fines del siglo XIX el peristilo de la Catedral estaba al ras de la calzada y la altitud de la calle Rivadavia como la de Plaza de Mayo fue rebajada. Esta rebaja ha quedado evidenciada por las cinco gradas de la escalinata que fue necesario agregar al umbral del templo.Por decreto del 13 de agosto de 1899 se tomó como nueva cota 0 el nivel del Riachuelo en su desembocadura, y así el antiguo nivel de la Catedral quedó a 19,0081 m arriba del nuevo cero.

Museo del Papa Francisco


Francisco, primer Papa americano de la Historia.
En febrero de 2013, se producía un acontecimiento tan extraordinario como revolucionario: La renuncia de Benedicto XVI. Una vez consumada, otro acontecimiento importante sacudió a la Iglesia Católica: La elección del Papa Francisco, ex arzobispo de Buenos Aires.
En contexto, se inauguró un museo dedicado a su figura en la Catedral porteña. Tiene su museo, una placa recordatoria y una imagen en tamaño natural en la catedral metropolitana. Con el lema "Buenos Aires con el Papa reza por la Iglesia y con la Iglesia reza por el Papa", las actividades incluyeron la instalación de una imagen tamaño natural del Papa, realizada por el escultor Fernando Pugliese, pero que el propio pontífice pidió que se retirase.
Igualmente, se colocó también en el interior de la iglesia una placa recordatoria, con referencias históricas a la vida de Bergoglio, al cumplirse ese día el 21er. aniversario de su consagración episcopal, que recibió en la catedral de manos de Antonio Quarracino. El 7 de julio de 2013 fue la inauguración del museo del papa, con objetos personales y litúrgicos que utilizó durante los quince años de su actividad pastoral en la ciudad. El museo lleva el nombre de "Cardenal Jorge M. Bergoglio" y está ubicado en el interior de la Catedral situada frente a la Plaza de Mayo, en unos salones dispuestos a la izquierda de la nave central de la Catedral.

Estilo


Lateral sobre la calle San Martín
Una de las cosas que sorprende a quien visita la Iglesia catedral es la diversidad de estilos que es posible observar en su interior. No olvidemos que su construcción (la de la actual) fue iniciada en el siglo XVIII y recién pudo ser concluida a principios del siglo XX, pasando por muy diferentes manos, de arquitectos y constructores, quienes, según la oportunidad o momento, fueron cambiando o agregando algo, desde elementos un tanto barrocos, hasta su estilo fundamentalmente románico. Es uno de los templos que impresionan por su volumen y grandiosidad: recordemos que su nave central está próxima a los cien metros de largo; su piso, de especial belleza de mosaicos diminutos, tiene una superficie que se aproxima a los tres mil metros cuadrados.
Es uno de los pocos edificios catedralicios de la Argentina que posee una nártex. Este consiste en un pórtico de entrada, cerrado, con lo que podríamos "llamar doble pórtico", como si fuera un gran vestíbulo, anexo a las naves de templo. Se le ve separado, antes de ingresar a las naves propiamente dichas, por sendas puertas que coinciden en posición, estilo y volumen con las que, en frente, comunican con el exterior. En los primeros siglos de la Iglesia este lugar, el nártex, se reservaba para los catecúmenos, quienes seguían desde allí las ceremonias y predicación, pero al iniciarse el Ofertorio de la Santa Misa, se retiraban, por no encontrarse autorizados a permanecer durante la liturgia eucarística.
Contra lo que muchos piensan, por último, la catedral no es de tres naves, sino que tiene cinco. La principal, cubierta de una bóveda de cañón corrido y un crucero cubierto por una cúpula que, sobre un tambor circular, alcanza los 41 metros de altura.

Interior


Mausoleo del General San Martín en el interior de la Catedral.

Lámpara votiva en el frente de la Catedral.
Desde la nave lateral derecha se accede al mausoleo que guarda los restos del General San Martín, ubicado en su cuarta casilla, que está allí desde 1880, y que fue obra del escultor francés Carrier Belleuse (inspirado en eleclecticismo francés, que imperaba en Europa en ese momento).
En el interior, la cúpula, el presbiterio, los brazos del transepto y la nave central, fueron decorados por el italianoFrancesco Paolo Parisi con unos frescos renacentistas, pero se perdieron a causa de la humedad.

Monumento al Arzobispo León Federico Aneiros
En la capilla San Martín de Tours (ubicada en el ala izquierda) está el monumento al Arzobispo León Federico Aneiros, una obra del escultor Victor de Pol, que es un mausoleo en mármol de Carrara y piedra, con la figura del prelado arrodillado en su centro. Las catorce pinturas del Vía Crucis son obra de Francesco Domenighini, otro italiano, y originalmente se encontraban en la Iglesia del Pilar.
El piso fue diseñado en 1907, por el también italiano Carlo Morra, y fabricado en Inglaterra en mosaico veneciano.
El 17 de agosto de 1947 se descubrió sobre la derecha del frente una lámpara votiva con una leyenda que dice "Aquí descansan los restos del Capitán General Don José de San Martín y del soldado desconocido de la Independencia. ¡Salúdalo!"

El altar mayor
El altar mayor (dorado y de grandes proporciones) se impone en el medio como el punto más destacado del centro, y sus formas sinuosas y espiralazas, junto a su ornamentación de flores y rocalia (piedra), delatan su estilo Churrigueresco.
En el brazo izquierdo hay un altar con una imagen llamada “Santo Cristo de Buenos Aires” (una escultura de madera de algarrobo policromada que representa al Cristo crucificado antes de su muerte, en tamaño natural). Al final de la nave izquierda se llega a un altar dedicado a la Virgen de los Dolores (una de las primeras traídas al país).
Otra imagen más moderna es la del Cristo del Gran Amor (Luis Álvarez Duarte, 1981), con la que todos los años, el viernes santo, se celebra un vía crucis.
En la catedral se encuentra un mural en conmemoración de las víctimas del Holocausto, las bombas de la Embajada de Israel y de la AMIA.

Visitas

El horario de la iglesia es de lunes a viernes de 8 a 19 horas y sábados y domingos de 9 a 19:30 horas. Dispone de un servicio de visitas guiadas y de audioguías en diferentes idiomas.


Parque 3 de Febrero

Vista al lago del "Rosedal", uno de los tantos del parque 3 de Febrero.
Bosque donde se encuentra el Jardín Japonés de Buenos Aires.
El Parque 3 de Febrero, conocido popularmente como Bosques de Palermo, es un conjunto de parques que se destacan por sus arboledas, lagos y rosedal, de una extensión cercana a las 40 ha, ubicado en el barrio de Palermo, en Buenos AiresArgentina, que conforma la zona verde más popular de la ciudad y en cuyo diseño sobresalió el paisajista Charles Thays.

Historia

El origen del nombre "Palermo"

Juan Manuel de Rosas fue dueño de los terrenos hasta 1852, y su casona sobrevivió hasta 1899 como Colegio Militar.
La historia de los extensos terrenos del parque se remonta a la fundación de Buenos Aires en 1580, cuando Juan de Garay repartió las tierras en las afueras del pueblo original para instalar chacras. El primer poblador de los terrenos que hoy forman parte del parque fue el capitán Doménico, que había castellanizado su nombre italiano como Domingo y luego como Domínguez, agregándole el gentilicio de su ciudad de origen, Palermo, con lo cual pasó a llamarse Juan Domínguez Palermo, y a la zona de sus tierras se las conocía por "Palermo".
El 22 de diciembre de 1808, se creó el Partido de Palermo, que fue perdiendo tierras y quedó reducido al área entre la actual avenida Scalabrini Ortiz y el barrio de Recoleta.

La época de Rosas

Cuando Juan Manuel de Rosas fue nombrado Gobernador de Buenos Aires (1829-1832, 1835-1852), compró numerosos terrenos en la zona, hasta tal punto que fue la mayor concentración de propiedades que hasta ese momento tenía la ciudad, de aproximadamente 540 ha. Decidió entonces construir allí una villa rodeada de terrenos, mezcla de naturaleza del lugar y europea. Mantuvo el trazado reticular y la arquitectura de tradición hispana, pero a su vez buscó darle visibilidad y transparencia a sus actos en jardines de libre acceso. Los terrenos eran hasta entonces de naturaleza inhóspita, la tierra cerca de la costa no era buena. El terreno era llano, pero con depresiones en las que se formaban pequeñas lagunas y embalses. Entre estas depresiones hay una que aún subsiste, en la Avenida del Libertador y Avenida Sarmiento, que fue aprovechada por Rosas para realizar un estanque navegable frente a su residencia o "caserón", la construcción de un canal artificial para pasear en bote y un jardín zoológico con animales autóctonos de la región, para disfrute personal. Dicho caserón se situaba en la esquina este del actual cruce de las Avenidas Sarmiento y del Libertador.

Para solucionar los problemas de permeabilidad del suelo se agregó abono sobre tosca, combinándola con un sistema de rápido drenaje. Se evitó violentar la naturaleza, para no romper la idea de bañado, de costa de río. Si bien los caminos, canales y plantaciones fueron ejecutados en líneas rectas, esto no fue así en algunas áreas como el Jardín de las Piletas donde se dispusieron fuentes, flores, una glorieta, aves y jaulas de animales. Los canales y la red vial se utilizaron tanto para circulación como para esparcimiento.
El sector en que se hallaba el caserón estaba atravesado por dos zanjones y por los arroyos Manso (que corría por donde hoy se encuentra la calle Austria aproximadamente) y un ramal artificial de unos 2 kilómetros que unía a este arroyo por el camino de acceso hasta un extenso naranjal y hacia el norte con el caserón. Había dos caminos paralelos separados por este canal principal, uno era de paseo, privado, y el otro era el carretero, público, y desde el zanjón de Rosas (actual calle Ugarteche) se desviaban ligeramente de manera que el de paseo llegaba al caserón y el otro en lo que hoy es la calle República de la India se desplazaba hasta desembocar en la Maestranza, construcción que era utilizada para los servicios del caserón y que se encontraba frente a este, en donde hoy se encuentra el Monumento a Rosas. En el medio de los dos paseos quedaba un área verde con el estanque y el baño de Manuelita Rosas, la hija del gobernador. Oro camino importante, transversal al río, era la Avenida de los Sauces, actual Sarmiento. El canal era atravesado por varios puentes de alto peralte para que pasase por él un vapor y al llegar al Caserón se formaba un estanque artificial, desde donde partía una carretera única hasta el arroyo Maldonado.
Óleo (Carlos Sívori, 1850) que ilustra el Caserón de Rosas con su estanque artificial.
Además existían otras instalaciones relacionadas, como la mencionada Maestranza, que sobrevivió por muchos años al caserón, y una serie de talleres y galpones destinados a obraje, caballería, guarda de semillas, veterinarios, la cocina, y hasta un teatro.
El diseño del gran camino para el acceso al caserón y las obras paisajísticas se cree que fueron planeadas por el italiano Nicolás Descalzi y ejecutadas por Miguel Cabrera. Tal vez haya sido el primero quien además rectificó y canalizó hasta su desembocadura el arroyo Manso, arroyo del cual Rosas había hecho derivar agua hasta el estanque. Numerosos puentes cruzaban ahora el canal por el que corría.

La caída de Rosas

Con la expulsión de Rosas del poder luego de la victoria de la Batalla de Caseros, librada el 3 de febrero de 1852, sus propiedades fueron expropiadas después de largos litigios y pasaron a manos del estado. Siguió entonces un largo período de transición para definir el uso definitivo del lugar.

El 15 de abril de 1858 se realizó la apertura de la primera exposición de industria y agricultura, con pocos animales y una única máquina.
En 1864 se instaló en el solar actualmente ocupado por el Planetario Galileo Galilei el Buenos Aires Cricket Club. Fue allí donde el 29 de junio de 1867 se jugó el primer partido de fútbol con equipos preseleccionados. El Club se mantuvo en ese lugar hasta 1950 en que se trasladó a Don Torcuato. Dos años antes el solar fue declarado Monumento Histórico nacional mediante decreto del presidente Juan Domingo Perón.

Su creación por Sarmiento

Los Portones de Palermo marcaron la entrada al parque de 1875 a 1917.
Entre 1865 y mayo de 1868 el conjunto principal del edificio que había sido hecho construir por Rosas fue utilizado para la formación de oficiales del ejército. En 1870, se designó el lugar como cuartel del Colegio Militar de la Nación. Como en 1892 el Colegio se retiró a la localidad de San Martín, el sitio fue ocupado al año siguiente por la Escuela Naval, que estuvo allí seis años.
Se barajaron varios proyectos durante los siguientes veinte años, mientras se consolidaba lentamente el Estado Nacional, y el Poder Ejecutivo recién pudo disponer de los terrenos de Palermo en 1872. El Presidente Domingo Faustino Sarmiento pensó en transformar el lugar en una Quinta Normal siguiendo el modelo de Santiago de Chile, en donde se experimentara con los cultivos y se lograra la difusión del conocimiento, y mediante la ley 658 ordenó la creación del Parque 3 de Febrero, el 25 de junio de 1874. Su nombre conmemora la fecha de la derrota de Rosas en la Batalla de Caseros y fue propuesto por Vicente Fidel López.
Inmediatamente se realizó un concurso de propuestas para el diseño del parque, en el cual se eligió ganador el proyecto de los suizos Methfessel y Börmel, pero no fue concretado por sus costos elevados. Mientras tanto, el Ingeniero Jordan Wysocki, encargado del parque, fue realizando tareas de forestación de obras generales con el visto bueno de Sarmiento. En 1875, el belga Jules Dormalasumió como ingeniero del parque, diseñando y construyendo los Portones de Palermo, que marcaban la entrada al parque, en la intersección de la Avenida de las Palmeras (hoy Avenida Sarmiento) y la calle Chavango (hoy Avenida Las Heras) donde ahora está la Plaza Italia. Eran tres amplias portadas sobre la calzada flanqueadas por arcos de medio punto con remates barrocos. Fueron un punto de referencia importante mientras existieron. Jules Dormal además trazó la mencionada Avenida de las Palmeras, acceso principal al complejo, y dirigió las obras.
Cuando en 1874 Nicolás Avellaneda sucedió en la presidencia a Sarmiento nombró a éste presidente de la comisión que tenía a su cargo las obras del parque: la parquización, el trazado de las calles, la formación de los lagos y la creación de un jardín zoológico y de un jardín botánico. Sarmiento rápidamente comenzó los trabajos en el parque a fin de convertirlo en un lugar con árboles similares a los existentes en América y Europa.
El primer sector del parque (delimitado por las avenidas Libertador, Sarmiento, Casares y llegando hasta la costa del Río de la Plata) fue inaugurado el 11 de noviembre de 1875 con la participación de los festejos de 35000 personas y 1500 carruajes. Avellaneda plantó simbólicamente una magnolia grandiflora que aun susbsiste en la esquina de las avenida Berro y Casares. El presidente manifestó en el discurso inaugural que:
(...)El viejo y rústico Palermo es, desde hoy el Parque 3 de Febrero y ostentará pronto en sus fuentes de aguas surgentes, en sus estatuas, en sus calles rectas o curvas, en sus bosques artísticamente formados, para dar sombra y luz al paisaje, cuanto las artes, el buen gusto y el sentimiento de lo bello que ofrecen los parques de Santiago de Chile, de Nueva York, de París y de Londres, como un encanto a la imaginación o un llamamiento a los sentimientos más elevados del hombre.5
Café de Hansen en 1895 (ca.)
El mismo año de la inauguración se realizó la primera exposición de la Sociedad Rural Argentina, en el mismo predio que sigue llamándose La Rural, pero al año siguiente las obras se paralizaron. En 1890 se instaló en dos pabellones sobre la calle Santa Fe arrendados a la Rural el Conservatorio Nacional de vacuna, donde se producía la vacuna contra la viruela.
En 1875 la Sociedad Hipódromo Argentino obtuvo la concesión de terrenos y en menos de un año tuvo lista una pista de 1600 m y tribunas con capacidad para mil seicientas personas además de un servicio de restaurante. En 1885 el Jockey Club arrendó las instalaciones y extendió el recorrido de la pista a 2200 m y construyó una pista recta de 1200 m. El primer edificio fue reemplazado en 1908 por otro de piedra y cemento.
En mayo de 1877, el inmigrante alemán Juan Hansen solicitó por carta a la Comisión del Parque 3 de Febrero el arriendo de una casa ya existente que se encontraba situada frente a donde hoy se halla el Planetario de Buenos Aires, o sea, en la esquina este de la actual Avenida Figueroa Alcorta y Avenida Sarmiento para utilizarla como restaurante. El lugar, que se conoció como el Café de Hansen, es considerado por muchos como una de las cunas del tango. La construcción fue demolida en 1912.

Las modificaciones de Carlos Thays

El Parque 3 de Febrero un domingo hacia los años 1930.
El camino al parque fue abandonado con el tiempo y casi no podía transitarse hasta que durante la intendencia de Torcuato de Alvear (1883-1887) la zona fue recobrando esplendor. Se construyó una avenida empedrada desde el Caserón de Rosas hasta la entrada al parque con adoquines extraídos en la isla Martín García mediante el trabajo de indígenas sometidos durante la Conquista del Desierto. En 1883 se colocaron palmeras a ambos lados de la actual Avenida Sarmiento, según lo planeado diez años antes por Sarmiento, y se la llamó "de las Palmeras", reemplazando a los ombúes de la época de Rosas. Pero estas palmeras se marchitaron rápidamente mostrando en su punta unos marchitos penachos, por lo que el ingenio popular le dio el apodo a la avenida de "Avenida de las Escobas".
En 1888 los terrenos pasaron a la Municipalidad de Buenos Aires, creada luego de la Federalización de Buenos Aires. Ese mismo año avanzó el proyecto de separar al Jardín Zoológico de Buenos Aires en el predio que ocupa actualmente, y en 1891 y hasta 1914 el paisajista francésCharles Thays asumió, luego de un concurso público de antecedentes y propuestas, como Director de Paseos y Jardines de la Municipalidad. Thays inauguró en su primer año de gestión el Jardín Botánico de Buenos Aires y fue el encargado de diseñar las sucesivas y exitosas expansiones del parque hacia el norte, durante las siguientes décadas, convirtiéndose en de sus más famosas obras, tres hitos de los cuales fueron su trabajo de jardinería, la ciencia del Jardín Botánico y el urbanismo de Palermo Chico. Planificó la obra de manera que interactuara con la Avenida Figueroa Alcorta a la que concibió de manera que fuese el eje de las ramificaciones entre la Recoleta y las actividades del parque. Para delinear el Jardín Botánico pidió que se anexaran al parque los terrenos que entre las avenidas Santa Fe y Las Heras que eran ocupados por el Departamento Nacional de Agricultura. En 1908 palificó la Avenida Figueroa Alcorta. Con la sanción en 1911 de la ordenanza de formación de Barrios Parques Thays proyectó la urbanización de Palermo Chico, el Barrio Parque o Barrio Rufino de Elzalde.
Monumento a Sarmiento, obra de Auguste Rodin.
Los terrenos que se extendía desde el arroyo Maldonado hasta la calle La Pampa fueron anexados al parque. Como la circulación de los ferrocarriles en esa zona se veían perjudicados por las frecuentes inundaciones del arroyo, Thays excavó la tierra para formar el actual lago regatas y utilizó esa misma tierra para terraplenar las vías del tren modificando su trazado, y logrando así un límite de contención entre el parque y el río, mientras que las vías que cruzaban el parque lo hicieron a alto nivel, creándose los arcos de los viaductos que hasta el día de hoy son característicos de la zona. Al lago le sumó las avenidas, plantaciones de bosque, jarrones decorativos, faroles, glorietas, estatuas, y demás ornamentos.
En 1904 se inauguró el Monumento a Garibaldi en una rotonda que dio origen a la Plaza Italia unos meses más tarde y que Thays reformó en 1912, dándole mayor jerarquía. Se cree que fue en 1917 que el Intendente Joaquín Llambías ordenó la demolición de los Portones de Palermo, para facilitar el tránsito (hay quienes creen que fue en 1909). El complejo del Parque 3 de Febrero fue finalizado en 1933, quedando con la superficie que mantiene en la actualidad.
El arroyo Maldonado los días de crecida y sudestada producía grandes daños en su recorrido por lo que se decidió entubarlo y a finales de la década de 1920 se comenzaron las obras para tal fin que cumlinaron en más de veinte años después. com
En 1897 Thays bregó por la desaparición definitiva del Caserón de Rosas, que todavía subsistía albergando a la Escuela naval Militar. En 1899 el municipio decidió dar curso a esto, y fue demolido en la noche del 2 al 3 de febrero de ese año, buscando con la elección de esta fecha un acto de fuerte simbolismo histórico. En el lugar fue instalado el 25 de mayo de 1900 el monumento a Sarmiento, obra de Auguste Rodin y más adelante, en la intersección de las actuales avenidas Libertador y Sarmiento, el Monumento a La Carta Magna y las Cuatro Regiones Argentinas, más conocido como "de los españoles". En cuanto al edificio de la Maestranza que estaba en la esquina opuesta al Caserón, fue demolido en 1924 y en su lugar, en 1999, fue inaugurado el Monumento a Rosas.

Descripción

El Parque 3 de febrero es recorrido por una importante cantidad de personas, quienes día a día, ya sea a pie o en bicicleta, surcan sus caminos y bosques. La afluencia se incrementa notablemente en los fines de semana. También se pueden realizar paseos en bote por los tres lagos artificiales que existen en la zona. Pese a estar en el corazón de la ciudad, es uno de los mejores lugares para observar aves dentro de Buenos Aires, con gran variedad de rapacesgarzasloroscarpinteros y paseriformes.
Uno de los parques más conocidos es el llamado "El Rosedal" el cual posee un puente blanco. Una vez cruzado este puente se pueden ver los rosales que dan nombre al parque. En este parque se desarrollan muchas actividades lúdicas el día del estudiante (el 21 de septiembre) al igual que en los otros parques que componen la zona Parque 3 de Febrero. Cerca del Rosedal se encuentra el Museo Sívori, que exhibe obras de arte argentino de los siglos XX y XXI.
Entre los monumentos más importantes se luce el Monumento a William C. Morris realizado en 1964 en homenaje al centenario del nacimiento deldestacado filántropo que desarrolló su obra de bien en Palermo.
También se encuentra el Planetario, cuya edificación es muy particular, puesto que se trata de una esfera sostenida por tres arcos. En las proyecciones que se llevan a cabo en su interior, se pueden observar los planetas y las estrellas de la galaxia.
También están localizados en esta zona de la ciudad el Jardín Japonés, el Zoológico de Buenos Aires y el Jardín Botánico de Buenos Aires, que terminan en Plaza Italia, el centro del barrio de Palermo, con su tradicional Avenida Santa Fe; además del Jardín de los Poetas, ubicado allí mismo, donde se pueden encontrar imponentes esculturas de famosos escritores comoWilliam ShakespearePaul Groussac o Alfonsina Storni, entre otros.

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